sábado, 1 de mayo de 2010

Viñetas recomendadas: As Enemigo: guerra en el cielo, de G. Ennis, C. Weston y R. Heath

El As Enemigo fue creado en 1965 por el guionista Robert Kanigher (1915-2002, E.E.U.U) y el mítico dibujante Joe Kubert (1926, Yzeran, Polonia) apareciendo en diversas cabeceras de corte bélico de la editorial DC Comics hasta los primeros 80. Sólo tendría una corta reaparición destacable en la novela gráfica de 1990 titulada As Enemigo: Amor de Guerra escrita y pintada por George Pratt. Habría que esperar al año 2001 para que apareciera publicada la obra que nos ocupa: As Enemigo: Guerra en el cielo que recientemente ha editado Planeta DeAgostini con guiones de Garth Ennis (1970, Hollywood, Irlanda del Norte) y dibujos de Chris Weston (1969, Rinteln, Alemania) en el primer capítulo y de Russ Heath (1926, New Jersey, E.E.U.U.) en el segundo y último.

El As Enemigo, fue concebido como sosias del mítico Barón Rojo y sus historias originales estaban ambientadas durante la Primera Guerra Mundial, resulta poco común que en aquellas historias el punto de vista fuese el de un enemigo, sin embargo, la visión atormentada del protagonista, la caballerosidad de los jinetes del aire, el honor entre pilotos y una visión algo distante de la violencia convirtió su trabajo en un clásico indiscutible.

Si bien los relatos clásicos se sitúan en la Primera Guerra Mundial el guionista irlandés Garth Ennis ubica su relato entre los años 1942 y 1945 durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.

Hans von Hammer, “el martillo del infierno”, vive en su privilegiado castillo alejado de los acontecimientos que azotan Europa hasta que una inesperada visita del pasado le hará volver a los mandos de una nueva avioneta de color rojo. Sus motivaciones están bien alejadas del ideal de conquista nazi, Hammer luchará por su país y por todos esos jóvenes que el Tercer Reich está condenando a una muerte segura en Rusia, nunca por “un viejo perturbado y senil con un bigote a lo Charlie Chaplin”, pero también porque es lo único que sabe hacer.

El detallado dibujo de Chris Weston remarca la crudeza de ciertas secuencias.

A lo largo de las páginas el desencanto de von Hammer va creciendo y no duda en declarar que cree luchar en el bando equivocado lo cual le granjeará graves conflictos con sus superiores, tras ser derribado y caer en Leningrado podrá ver cómo es la verdadera batalla en tierra y su visión algo idílica de la guerra, a vista de pájaro, cambiará para siempre. Pronto se dará cuenta que no existe el bando correcto y que los pilotos como él manchan el cielo luchando en el paraíso. Finalmente, con la llegada de las tropas americanas y en una antológica escena en la que el Sgto. Rock -otra de las clásicas creaciones de Bob Kanigher y Joe Kubert- se encuentra cara a cara con el héroe alemán, von Hammer se entregará declarando que “su” guerra ha terminado.

Garth Ennis es un notorio guionista cuya obra ha sido principalmente editada en Estados Unidos siendo su obra más destacable Predicador un extenso trabajo que le hizo merecedor de diversos premios. Es conocido por sus historias irreverentes y su marcado carácter provocador pero también es notoria su afición a los relatos bélicos que ha plasmado en diversas historias recopiladas recientemente en el tomo Historias de Guerra por Planeta, su visión de la guerra es extremadamente realista, sucia y cruel independientemente de los bandos combatientes, sus relatos carecen de heroísmo y glorificación del combate, para él la guerra es muerte y destrucción tras oscuras motivaciones ideológicas y políticas. Así As Enemigo: Guerra en el cielo, abandona por momentos los hermosos combates en el aire para bajar al suelo y mostrarnos niños tiroteados, soldados crueles y violentos, civiles que caen en la antropofagia para sobrevivir, campos de concentración y oficiales fanáticos.

En la parte gráfica contamos con dos dibujantes a cual más diferente. Por un lado, en la primera historia de este pequeño tomo, contamos con el detallado y muy realista dibujo de Chris Weston, sus páginas, con un dominio absoluto de rostros y expresiones, destacan por la verosimilitud que reflejan. En la segunda parte del tomo contamos con Russ Heath es otro clásico del cómic, coetáneo de Kubert y compañero suyo en multitud de relatos históricos y bélicos y un estilo de dibujo que se asemeja bastante al maestro Kubert, con un dibujo menos detallista y acabado, pero igualmente expresivo y con un perfecto sentido de la narración, especialmente en las escenas aéreas.

Clasicismo y modernidad conviven perfectamente en las páginas de esta gran obra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario