lunes, 22 de diciembre de 2008

¡Madre mía! The movie

La siguiente crítica ha sido realizada por Odninor, colaborador no oficial.

El autor del blog declara no compartir sus opiniones y no estar de acuerdo con los comentarios del susodicho.

MADRE MIA

La gemela zarapastrosa de la Streep con la amiga muerta, Caracartón, Fondón y Mariposón. El que está sentado es Tolai.

Mamma Mía! es uno de los musicales de mayor éxito de los últimos años. Empleando temas de ABBA como hilo conductor de una trama más bien ligera ha sido estrenado en una docena de países, entre ellos España.

Como ya ha ocurrido en otras ocasiones se ha realizado una película adaptando la obra teatral. Para ello se contrató como directora a la misma persona que realizó el montaje teatral, con un reparto de caras conocidas encabezado por Meryl Streep, esperando repetir el éxito en la gran pantalla… no ha sido así.

¡Madre Mía! The Movie adolece de todos los defectos que una obra de teatro puede tener en su traspaso al celuloide: desaprovechamiento de los escenarios naturales, falta de primeros planos, estatismo, emociones falsas, coreografías limitas y pésimas voces.

La película empieza bien, una imagen onírica acompañada de una de las pocas voces decentes del reparto dan paso a la obertura en la que se nos presenta a los “padres” de la chica, una secuencia dinámica que será la última de toda la película.

La chica es la amiga muerta de Verónica Mars, con algo menos de curvas y ojeras y bastante menos guarrona de lo que la vimos en la bendita serie, para mi lo mejor de la película junto a otra protagonista de la que luego hablaré. Pues bien, esta chica descubre el diario de su madre en el que relata cómo se enrolló con tres individuos prácticamente de manera consecutiva hace veinte años. Dado que la chica tiene esa edad y que según el diario su madre no parece haber vuelto a conocer varón deduce que uno de ellos es su padre. Como se va ha casar dentro de poco se le ocurre invitarlos a todos y así descubrir cuál de ellos es su verdadero padre.

La madre es la gemela zarapastrosa de Meryl Streep, víctima de su peluquero y de los de vestuario que además ha invitado a la boda a sus dos mejores amigas: la estupenda Christine Baransky y Lina Morgan.

mammalina

Maravillosa Baransky y Lina Morgan secundan a Pelosucio Streep.

Los tres padres llegan a la isla… porque la historia transcurre en una isla griega. Esto lo sabemos porque hay mar, una montaña y, sobre todo, muchas mujeres feas y peludas con barba de tres días.

Los tres sujetos son Caracartón Brosnan, Fondón Skarsgard y Mariposón Firth cuyas dotes como cantantes van de horrible a patético. Caracartón no lo haría del todo mal si al menos llevara una barba sucia, una botella de Whiskey en la mano y moviera los dedos de manera rara mientras se tambalea como hace Joe Cocker, pero malgasta su talento intentando cantar bien cuando se ve a la legua que lo suyo son los Martini sacudidos y los anuncios de cremas faciales masculinas que debe gastar por arrobas con ese careto requemado.

Hay muchas canciones de ABBA lo cual está muy bien… si te gusta ABBA. Y todos los momentos musicales consisten en montar un numerito en la calle mientras un grupo de griegas se suma al desfile que invariablemente termina en el embarcadero y con alguien cayendo al agua. La primera vez hace gracia pero a la décima aburre.

También hay un número en el que las amigas de Desmaquillada Streep intentan animarla en el que destaca Lina Morgan haciendo su numerito de Tonta del Bote, las dos tan feas y desafinadas que dan grima. Menos mal que está Estupenda Baransky para subir el nivel con su belleza, clase y estupenda voz. Ya me gustó en la serie Cybill y dió muestras de su talento para el musical en Chicago pero en ¡Madre Mía! The Movie se supera a sí misma. El único personaje con gracia de toda la película y, junto a la amiga muerta de Verónica Mars, la única con una voz digna de un musical.

Christine Baranski-9

De mayor quiero una mamá como tú.

También sale Tolai Cooper como el prometido en un papel totalmente irrelevante entre tanta arruga y michelín. Junto a su grupito de descerebrados musculitos protagoniza uno de los momentos más vergonzosos de la película en un número musical en el que la pandilla de seguidores del método Atlas se pasea por (¡sorpresa!) el embarcadero con aletas de bucear haciendo poses ridículas. Todo un homenaje al nonsense.

Lo peor de la película es el falso buen rollo que pretender transmitir los protagonistas que resulta forzado y poco real. Unos actores a los que sobran años, kilos y arrugas y una puesta en escena que en las tablas puede resultar simpática pero en la pantalla queda aburrida y repetitiva.

Y cuando el suplicio parece haber acabado todavía queda el apoteosis final, con un video-clip en los créditos en el que los protagonistas interpretan un último tema con la peor caspa setentera que pueden soportar mis sufridos ojos.

¡El horror, el horror!

Para un perfecto visionado de la película es recomendable el uso del siguiente kit.

Las gafas pueden elegirse entre roble y pino.

gafas madera taponesoidos2

lunes, 8 de diciembre de 2008

Otro año sin Expofriki

Este año no he ido a Expocómic,ni el pasado... ni el anterior.
Y es que Expocómic no me convence.
No todo es achacable al evento, la mayoría de mis pegas son más bien personales:

1º No me gusta pagar la entrada.
Vale que hay exposiciones, eventos, charlas y firmas de autores. Pero al final lo que uno hace más es comprar. Y me fastidia tener que pagar para entrar a comprar en un sitio. Es como tener que pagar entrada por entrar al Carrefour alegando que "hay degustaciones de comidas".


2º Demasiada gente para tan poco espacio.
El recinto de la Casa de Campo se ha quedado pequeño, cada año la afluencia es mayor y también aumenta el número de editoriales con su correspondiente stand. Codazos, colas, gente sentada en todas partes, calor humano...

P1010076

La plaza estaba abarrotá.


3º Las exposiciones siempre me decepcionan.
Da igual que sea Steve Rude y sus cuadros de ancianas gordas o una mini-exposición sobre el Capitán Trueno. Las exposiciones están poco o mal presentadas, recurren alarmantemente a la fotocopia y dan un aspecto excesivamente desangelado.


4º Demasiados otakus.
Seguro que a más de uno le sienta mal esto que digo, pero a mi tanto friki disfrazado de personaje de anime me da un poco de vergüenza ajena. Entiendo que es una de las pocas ocasiones en las que pueden lucirse así sin despertar la risa del personal, pero creo que ya existe un Salón del Manga, con mayor éxito incluso que este Expocómic, donde creo que encajan más que en un evento más generalista sobre los tebeos.

P1010010

Friki’s Power.


5º No me gusta ir solo.
Creo que un salón de estas características se disfruta más en compañía de otros aficionados, desgraciadamente no conozco a mucha gente que comparta mi afición y cuando voy con mi mujer tengo la sensación de que se aburre. Recomiendo ir con amigos que compartan el gusto por las viñetas.


6ºLa organización
Charlas con autores en oscuras salas imposibles de encontrar sin hacer uso del hilo de Ariadna. Megafonía estridente e incesante que impide oír a los ponentes. Traductores poco atinados. Cosplay a todo volumen. Largas colas de entrada. Asfixia y lipotimias entre el público.

P1010005

Las clases magistrales suelen tener mucho éxito. No entiendo porqué.


7º La ubicación.
Demasiado en la periferia de Madrid, no demasiado bien comunicado y lejos de cualquier buen restaurante.

P1010015

No preguntes.


Siempre que asisto a un Expocómic tengo una sensación agridulce. He disfrutado con las charlas de Busiek y Chen, con la de Starlin, con un maravilloso Hernández Palacios en la Expogafe (murió a los pocos meses y el Palacio de los Deportes donde se celebró ardió también poco después), con la última presentación de novedades de Pere Olivé... pero otras veces me he ido sin ver ningún acto y, encima, con los bolsillos vacios.
Creo que Expocómic ha crecido y mejorado año a año pero hasta que no encuentre un recinto adecuado y obtenga entidad propia desligándose del manga y los videojuegos, no podrá dar todo lo que puede ofrecer.


Tal vez el próximo año.