martes, 17 de marzo de 2009

A eso digo: ¡NO! (IX)


Vuelve el video-cutre.

Cuando el video hizo su aparición en los 80 implicó toda una revolución, hasta el momento la gente veía los estrenos de cine en las salas y luego se dependía de la televisión para que, cuando creyeran oportuno, volvieran a emitir esas películas. Eran los tiempos en los que sólo existían dos canales y la oferta era más bien escasa. Lo que más se veía era cine clásico cosa que, vista en perspectiva, hemos de agradecer los que gracias a ello pudimos desarrollar una aceptable cultura cinéfila.

Con la llegada del video todo eso cambió, los estrenos más recientes llegaban a los estantes del video-club apenas seis meses después de su estreno. Para los que vivíamos en grandes poblaciones con buenas salas de cine ya era un logro, pero para las pequeñas localidades en las que ni siquiera existía un cine la llegada del video-club supuso toda una revolución.

Si bien los video-club solían surtirse de estrenos más o menos recientes, en ocasiones se podían encontrar clásicos e incluso películas pertenecientes a los circuitos de V.O. (aquellas llamadas de "arte y ensayo"). Sin embargo el público pedía más y poco a poco empezaron a aparecer películas de serie B, serie Z, telefilmes e incluso rodadas para ser estrenadas directamente en video. Llegaba el video-cutre.

Películas "de karatekas", subproductos de Charles Bronson o Chuck Norris, terror-caspa. Todo valía para satisfacer los paladares menos exigentes.

La llegada del DVD significó una nueva revolución: una calidad de imagen y sonido inimaginable para los fanáticos del video, un formato duradero y sin pérdida de calidad tras múltiples visionados, menor tamaño del soporte... todo ello llevó a la aparición del coleccionismo. Mientras algunos habíamos acumulado videos grabados de la TV y alguna que otra película comprada, la mayoría se había limitado al alquiler y visionado sin afán coleccionista. El DVD cambió esto, los cinéfilos comprábamos películas por primera vez. La oferta ha sido impresionante, desde clásicos mudos al último estreno de cine, desde cine independiente a cine patrio.

¿Y los video-club? Una vez pasado del formato analógico al digitalel proceso fue el mismo que con el video. Primero llegaron los últimos estrenos en masa, algún clásico, algo de anime y, por desgracia, volvió el video-cutre. Películas que nunca se estrenaron en nuestro país tras su fracaso en las salas de su país de origen, la enésima producción japonesa o coreana de terror asiático, telefilmes camuflados como grandes producciones, películas rodadas para su estreno en DVD, serie B, serie Z y mucha, mucha caspa.



¡Guau! la última peli de Michael Feifer. Y con Benjamin Pitts, Brent Fidler, Cherish Lee y Nick Mathis. ¡No me la pierdo!

No resulta extraño encontrar en los estantes de los video-club películas como una cuarta o quinta entrega de American Pie, la segunda parte de Despedida de soltero (¿¿¡¡??) o extrañas películas con numerosos premios en festivales celebrados en pueblos de la América profunda.

Ahora el futuro es el Blue-Ray y, de momento, los estrenos en este formato están siendo de producciones recientes de mayor o menor éxito en salas y alguna que otra película de los últimos años pero no nos engañemos, dentro de poco el video-cutre llegará al Blue-Ray y podremos disfrutar de la última de Chuck Norris en alta definición y sonido sorround 7.1.

El último pelotazo de Chuck con la mejor calidad de imagen y sonido.


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