domingo, 13 de enero de 2019

Cómo ser un hijoputa en unos sencillos pasos

Cuanto mejor te portas más posibilidades de decepcionar a los demás. Las expectativas suben, las posibilidades de que se aprovechen de ti aumentan, cada vez pedirán más y darán menos a cambio, ni las gracias. Y el día que no puedas o decidas que no vas a seguir así serás la peor de las personas, un monstruo desagradecido y egoísta.
Al final siempre gana el malo. El que no da recibe la lisonja del que pide y cuando da lo hace como el que ofrece una gracia divina y todo son alegrías para el bendecido.
Esta es mi lección de vida aprendida el año pasado.


Al final se trata de cómo ser bueno, o lo que yo creo que es hacer LO CORRECTO, ha marcado mi vida y mis decisiones. Gente que ha devuelto mis atenciones con indiferencia cuando no con despecho, que se han aprovechado hasta que dije basta y luego me despreciaron como un monstruo egoísta. Gente desagradecida que pide pero no da nada, a veces ni las gracias, ya que la vergüenza de pedir va de la mano del orgullo. Promesas incumplidas, pero que no dudan en recordarte y reprocharte las tuyas.
La sensación continua de que ser "bueno" no me ha traído nada positivo a mi vida.

Sé que no siempre es así, pero de vez en cuando observo esas actitudes o me viene el recuerdo de las personas a las que di todo y ahora me escupirían si me vieran.

Y lo peor de todo es que sigo teniendo la molesta sensación de que les fallé, que no hice todo lo posible, que fracasé en ayudarles, en que encontraran algo de felicidad, que no fue suficiente.

 Al final todo se reduce a eso, al egoísmo. Todos somos egoístas, sino no sobreviviríamos como especie. El problema es cuando nuestras necesidades están por encima de todo y todos los demás, cuando la auto satisfacción y un simple capricho está por delante de la otra persona, cuando nuestros sentimientos valen más que los de cualquiera, cuando conseguir lo que queremos importa más que el daño y las consecuencias hacia los demás.

Si algo nos ha demostrado la vida es que si quieres triunfar y tener éxito lo harás por encima de los demás: Steve Jobs, Bill Gates, Donald Trump, el de Zara y el de Mercadona, cualquier político... Unos tipejos sin escrúpulos, sociópatas y probablemente psicópatas.

Ser bueno es un bien poco común en esta sociedad en que vivimos, se mira con admiración al triunfador por despreciable que sea, en cambio al modesto, al humilde, al trabajador sin mácula, al generoso... al bondadoso en fin. Se le desprecia por blando, falto de carácter, débil. Esa es la paradoja, esa es mi fortaleza.